Por otro lado, Estados Unidos, conocido tradicionalmente como una potencia en combustibles fósiles está reorientando su estrategia energética hacia la descarbonización y la seguridad del suministro. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022 por ejemplo, es la mayor inversión en energía limpia en la historia de Estados Unidos, esta legislación proporciona incentivos para facilitar la transición hacia la energía limpia y una vida descarbonizada. La IRA por su parte, otorga una importante autoridad de préstamo para proyectos que reequipen o reemplacen infraestructuras energéticas y para apoyar la fabricación nacional de energía limpia, el objetivo, según ellos es asegurar la posición de Estados Unidos como líder mundial en la fabricación nacional de energía limpia y promover la justicia ambiental.
Estos se enfrentan a una dependencia significativa de fuentes extranjeras, particularmente de China, para minerales críticos esenciales, ya que el país es un actor menor en la extracción de minerales y tiene una participación aún más mínima en el procesamiento. En respuesta al dominio chino, Estados Unidos está compitiendo para remodelar las cadenas de suministro, incentivar la producción nacional y profundizar las asociaciones con aliados ricos en recursos como Australia y Canadá. La IRA ha impulsado una gran inversión en este sentido. Estados Unidos está comenzando a diversificar los suministros de minerales para cobalto y litio. El país tiene como objetivo construir cadenas de suministro de energía limpia con riesgos reducidos para recuperar la ventaja geopolítica.
Europa por su parte, aspira a convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050, un objetivo legalmente vinculante en virtud de la Ley Europea del Clima, este objetivo es fundamental para el Pacto Verde Europeo, lanzado en 2019, la UE se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030. Sus principios clave incluyen priorizar la eficiencia energética, desarrollar un sector eléctrico basado en energías renovables y asegurar un suministro energético asequible, el Pacto Verde Europeo y las políticas gubernamentales asociadas han impulsado una inversión sustancial en tecnología verde.
Las materias primas críticas son la base de las ambiciones de energía limpia de Europa, la UE ha comenzado a avanzar hacia una mayor resiliencia de la cadena de suministro, culminando en la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA) de 2024, este proyecto tiene como objetivo diversificar el abastecimiento, impulsar la minería nacional (con un objetivo del 10% de las necesidades de la UE) y el procesamiento (40% dentro de la UE), y aumentar los esfuerzos de reciclaje (con un objetivo del 15% para la recuperación de materiales al final de su vida útil). Las asociaciones internacionales son esenciales para cadenas de suministro estables, y la UE está ampliando la cooperación con países ricos en recursos como Canadá y Australia.
karla flores