El almacenamiento moderno de energía se remonta a 1796, cuando Alessandro Volta creó la primera celda voltaica, misma que fue capaz de almacenar energía para ser utilizada posteriormente. Desde entonces, el almacenamiento de la energía eléctrica se ha convertido en un reto. Esta tecnología ha ido en constante evolución y sus principales logros han marcado hitos en la actual industria mundial. Desde autos y calentadores eléctricos, hasta almacenamiento masivo e inteligente de energía.
Hablando del almacenamiento de energía, México es un país con una gran área de oportunidad en temas de almacenaje. Países como China, Estados Unidos o Corea del Sur nos llevan años luz en este tema. “La necesidad de almacenar energía surge cuando comprendes cuán increíblemente difícil es generar electricidad” Benjamin Sovacool, profesor de Política Energética de la Universidad de Sussex.
En la gráfica anterior podemos ver que el almacenamiento de energía tiene un crecimiento exponencial y nuestro país tiene que estar agrupado con el resto de Latinoamérica para siquiera figurar en los países con más capacidad de almacenamiento. Para el próximo año, nuestro vecino del norte va a ser el país con más capacidad de almacenaje, doblando la misma del 2019 al 2020. Así mismo, el desarrollo que China y La India están logrando en temas de almacenamiento, están siendo determinantes para marcar el rumbo de esta industria.
Ésta es una muy importante área de oportunidad para nuestro país, si nos ponemos al frente de el almacenamiento de energía, aparte de que vamos a tener una red interconectada mucho más estable, el precio que la gente paga por la energía va a ser cada menor. Uno de las mayores aportaciones del almacenamiento de energía eléctrica es la estabilidad y confiabilidad que brinda al Sistema Interconectado de México. Así mismo, desde el punto de vista de los consumidores, los sistemas de almacenamiento favorecen a su consumo energético mediante la reducción de los picos de demanda. En otras palabras, los sistemas de almacenamiento ayudan a conservar la salud de la Red Nacional y a la reducción de las facturaciones de los consumidores.
Hay asociaciones en el mundo que están haciendo el esfuerzo por tratar de cambiar de distribución centralizada de energía a almacenamiento local, y no necesariamente a gran escala. Tenemos como ejemplo a Global Off-Grid Lighting Association (Gogla) que desde el 2012 se dedican a buscar y financiar sistemas para casas en países subdesarrollados dónde combinan la generación de energía por medio de celdas solares, con el almacenamiento de energía por medio de baterías. Sólo en el segundo semestre del 2018 apoyaron a familias de escasos recursos para que pudieran instalar 32.39 MW de sistemas de generación solar.
En marzo del 2017 Paris Martinez de Animal Político escribió un artículo llamado “Casi 7 millones de mexicanos viven en pueblos aislados, sin servicios básicos: CONAPO” dónde afirma que entre otras cosas igual de importantes como servicios de salud, agua potable o drenaje las personas que viven en estos pueblos aislados no tienen acceso a la electricidad. Estamos hablando que más del 5% de los mexicanos viven su día a día sin energía eléctrica.
México tiene muchísimos recursos y potencial para llegar a ser una economía de primer mundo pero necesitamos cambiar nuestra forma de pensar al actuar en vez de reaccionar. Necesitamos empezar a ver hacia el futuro y tratar de en vez de estar años atrás en este tipo de tecnologías, adelantarnos en la medida de lo posible para que en un futuro podamos decir con orgullo que aparte de que México es pionero en tema energético, podamos también decir que estamos luchando contracorriente e innovando para llegar a que la mayoría del consumo de nuestro país venga de fuentes sustentables y así aportemos nuestro granito de arena en el cuidado del medio ambiente.