A finales de marzo tanto Fitch Rating como S&P Global Rating recortaron la calificación de México y la empresa estatal PEMEX de BBB+ a BBB, con perspectivas negativas. Sin embargo, lo que no se esperaba es que en menos de un mes Fitch Rating volviera a recortar la calificación de México de BBB a BBB-. Este último recorte como producto de las decisiones del gobierno federal en materia de inversión, y la pandemia global del COVID- 19, por la cual se espera una recesión en México para el 2020.
Así mismo, el recorte se debe al bajo rendimiento operativo y financiero que ha tenido PEMEX en los últimos años, a la caída de los precios del petróleo que se ha observado en los últimos días, y a la inestabilidad fiscal y el panorama macroeconómico. De no fortalecer e implementar las políticas internas adecuadas, México perdería su calificación como grado de inversión.
Fuente: El Financiero