Beetmann,

Reforma eléctrica desechada en el congreso de los diputados el día 18 de Abril del 2022.

Amplios han sido los debates con respecto a cuál es el modelo de la industria eléctrica que se debe de cimentar en nuestras leyes para construir un México sobre principios de sostenibilidad, que conduzca e impulse el bienestar, el crecimiento de la economía y asegure un futuro lleno de vida.

En Beetmann estamos convencidos que debemos ser parte activa de ese debate, y encontrando no sólo soluciones, sino oportunidades, pues es la determinación y proactividad lo que determinará el futuro que le dejaremos a nuestros hijos y futuras generaciones.

Nos encontramos en un punto de inflexión en el cual convergen factores que presentan oportunidades reales, tangibles y viables para hacer frente al reto que presenta el #cambioclimático en nuestro planeta.

Mundialmente el sector eléctrico está emprendiendo una revolución desde su epicentro, que es el usuario final.

Debido a la consecuente modernización global impulsada por factores como el impacto del COVID en nuestra manera de vivir, la digitalización de las economías y la electrificación de los procesos productivos y de servicios; nuestro mundo, en un solo giro, está aumentando exponencialmente su demanda energética y a su vez, de manera casi increíble, ha acelerado el proceso de descarbonización. En los años por venir el cambio será aún más evidente.

La electricidad es un medio, no un fin. Es así cuando hablamos en términos de bienestar y de desarrollo. Así mismo debe de ser cuando hablamos de la descarbonización de nuestras economías. Gracias a los avances tecnológicos, el poder en materia energética que tienen hoy las empresas y organizaciones para contribuir en el cuidado del medio ambiente y en la lucha del cambio climático es extraordinario y sin precedentes.

Hoy, en nuestro país, los usuarios finales tienen herramientas disponibles que les permiten pasar de ser actores pasivos, sin poder de decisión con respecto a su huella de carbono, ni su costo, a ser gerentes activos, con poder de controlar su huella de carbono y sus costos de energía eléctrica, robusteciendo a su vez el sistema eléctrico.

Los retos en cuanto a la flexibilidad del marco regulatorio son y serán mayúsculos conforme la tecnología y los modelos de negocio avancen en los siguientes años. La adopción de sistemas modernos, tecnología innovadora y la gestión adecuada de la combinación de todos los elementos deben ser empatados por una interrelación estrecha entre sector público y privado. Solo así lograremos mantener un país competitivo, asegurando a su vez que los recursos energéticos sean empleados de manera sostenible.

México es participante en un sistema íntimamente conectado con el mundo que le exige ser no solo competitivo en materia energética, sino también consciente de su impacto en el medio ambiente.

México y los mexicanos tenemos la capacidad y los medios no solamente de generar suficiente energía económicamente competitiva, proveniente de fuentes renovables y beneficiosa para el planeta, lo que nos debe permitir ser un país exportador de bienes y servicios que demandan altos consumos energéticos a la vez de ser un líder mundial en la descarbonización de las economías.

Individuos, empresas, organizaciones y gobiernos debemos entrelazar estrechamente nuestra colaboración para seguir de cerca los avances tecnológicos, la dirección de la industria energética para trabajar correctamente en favor de la sociedad y del medio ambiente.

Solamente así, con consciencia de nuestro lugar y responsabilidad en el mundo, con entendimiento de la situación de nuestro planeta y los avances tecnológicos, con visión de un futuro sostenible y con en estrecha colaboración de todos, lograremos apalancar el desarrollo sostenible con innovación y ciencia. 

Juntos podemos estar en ruta para asegurar un futuro lleno de vida.