Aprobada la nueva Ley de la Industria Eléctrica, ¿y ahora qué sigue?

Aprobada la nueva Ley de la Industria Eléctrica, ¿y ahora qué sigue?

Artículo de opinión en exclusiva para Milenio.com

Escrito por Juan Carlos García de la Cadena, CEO de Beetmann

La iniciativa de ley de Industria Eléctrica (LIE) enviada al poder Legislativo fue aprobada el pasado 2 de marzo y esto traerá consecuencias, no solamente al sector energético sino también a la economía mexicana. Las empresas de este sector estamos atravesando una situación de crisis, derivada de los efectos de las heladas en Texas y el norte de México que alteraron exponencialmente los precios de la energía, llevándolos hasta niveles de 5 mil pesos por Megawatt, un incremento de casi 7 mil por ciento, con lo que muchas compañías, estaremos viendo las consecuencias de estos incrementos en los días por venir, pues el reto financiero es alto, y probablemente el sector deberá asimilar un duro golpe en sus balances.

A esta circunstancia se suma el cambio de entorno regulatorio. La LIE aprobada en la Cámara de Senadores plantea diferentes cambios. Uno de los más relevantes es la metodología de suministro de las plantas de generación de energía eléctrica, dando prioridad a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)y creando una nueva modalidad de documentos llamados “Contratos legados de cobertura eléctrica con entrega física”; por lo que aún no es claro si marcarán el costo para los Precios Marginales Locales en el Mercado Eléctrico Mayorista.

Una vez publicados estos cambios en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) tendrá 6 meses para implementar esta nueva metodología de suministro, en la que inmediatamente después del despacho de energía generada en las plantas de CFE ,se dará turno para la distribución de energías renovables.

La capacidad actual de generación de CFE puede abastecer hasta el 64 por ciento de las necesidades de energía eléctrica del país, esto derivado de que el Sistema Interconectado Nacional tiene una demanda promedio de 36 Gigawatts, mientras que el parque de generación de CFE tiene una producción que ronda los 23 Gigawatts, según el factor de planta promedio señalado en su reporte de 2019.

El resto de la capacidad tendrá que ser abastecida por los generadores privados que hoy en día se encuentran en diferentes regímenes como Autoabasto (proyectos de inversión en generación bajo el marco legal previo a la LIE, para abastecer a grandes consumidores) o como Productores Independientes de Energía (PIEs) contratados por CFE. Los proyectos bajo estos regímenes tendrán que adaptarse a las condiciones actuales, no sin antes probablemente ir a juicio e intentar dar marcha atrás a las políticas aprobadas por el poder Legislativo.

Las alternativas con las que los usuarios finales cuentan para hacer uso de la tecnología, seguir optimizando sus costos en energía eléctrica y mitigar sus emisiones de CO2, estarán enfocadas en la Generación Distribuida (Sistemas de generación cercanos a los centros de carga menores a 0.5 MW) y en el Suministro Calificado (Alternativa de compra de energía eléctrica para grandes consumidores) herramientas actuales y que prevalecen vigentes ante los recientes cambios.

El contexto de la situación mundial a la que nos enfrentamos, con un claro y estrepitoso cambio climático, exige la unificación de todos los involucrados en el sector para coadyuvar y ser proactivos en las soluciones que se enmarquen en esta nueva reforma.

Es imperante que la industria de energía eléctrica trabaje de la mano (Iniciativa Privada– Gobierno), para lograr un mix de generación que ayude mitigar los potenciales riesgos como el que estamos viviendo de volatilidad de precios, y a disminuir las emisiones de CO2 al medio ambiente. Pero sobre todo, que se provea de alternativas y soluciones al usuario final para conocer, controlar y disminuir su gasto en energía eléctrica.

Para esto será fundamental fortalecer e implementar correctamente las medidas operativas del Mercado Eléctrico Mayorista como lo son:

Derechos Financieros de Transmisión, herramientas financieras para compensar las variaciones entre el punto generación y el punto de consumo dentro de la red eléctrica y que siguen pendientes de implementarse;

  • Un Mercado de Balance de Potencia, mecanismo de compensación económica para que los generadores privados pongan a disposición de la red de CFE su capacidad durante periodos críticos establecidos de manera flexible; a diferencia de la actualidad que limita al mecanismo para definir los periodos asignados, conforme el comportamiento estadístico de las 100 horas más críticas del año anterior; y
  • Certificados de Energía Limpia (o CELs), que ante el nuevo escenario de sobreoferta se incrementen los requerimientos a los usuarios, manteniendo así un balance en el precio de los CELs y mitigando las afectaciones económicas en los generadores de la LIE.
  • Ante un escenario global que nos exige a todos un trabajo intenso de mitigación de emisiones de CO2 y cuidado del medio ambiente, los esfuerzos del sector energético en México serán fundamentales para mantener el equilibrio ambiental y disminuir el efecto del cambio climático.

Esto sólo se logrará si los participantes del mercado trabajamos conjuntamente para proponer soluciones claras, transparentes y con un manejo de riesgo adecuado; que permitan al usuario final traducir en ahorros de emisiones y de gasto para aprovechar una energía eléctrica limpia, barata y eficiente.

*El autor es fundador y director general de Beetmann México.

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