Actualmente, la economía global se ve afectada por el confinamiento social causado por el COVID-19, y a su vez, ha presentado una caída en la demanda de dos de los principales combustibles (petróleo y carbón). Dicha reducción tendrá un impacto significativamente mayor al observado durante la crisis financiera del 2008, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

Como consecuencia, las energías renovables han tomado un papel con mayor relevancia a nivel mundial y particularmente en México. Esto se debe al crecimiento de la capacidad de generación instalada dentro del país, que a su vez traen costos operativos menores y de igual manera, una generación de empleos en el corto plazo, mismos que pueden contribuir a la reactivación económica. 

Con base en lo anterior, es necesario contemplar como prioridad a las renovables dentro de un plan integral para una recuperación económica en México.

Fuente: Energía a debate